Todo cambio de color, de lugar...

Cambie el sillón cómodo del escritorio, por el sillón de la sala, cambie los horarios largos en cama, y las horas frente a la computadora, por un rebozo, y espacio apenas para comer...

La maternidad es dura, por ahora... Es cansada, abrumadora y absorvente, te olvidas en parte de ti, para integrar a tu vida a alguien mas, es como si tu vida se viera dividida en dos, en lo que ya eras, y ahora integrando la vida de ese ser que depende 100% de ti. Porque como me dijeron por ahi, nadie cuidará de el, con el mismo esmero tu.. Y si, es verdad...

Pasan los días y me acomodo más, lo integro más, al principio me costo saber que hacer, como ser lo que ya era, pero ahora asumiendo el rol de "madre"... Palabra dura y ruda que creo que me queda grande, pero que al mismo tiempo me provoca orgullo, me hace sentir que el pecho se me infla, y me encanta que me lo reconozcan..

Hoy si, soy capaz de mirarlo, de sentir ternura, amor, y al mismo tiempo miedo, e incertidumbre.. Pero, con todo el agradecimiento del mundo, de Dios, de la vida.. de mi cuerpo incluso, si, soy madre..

Compartirlo...

Cuando estaba embarazada, las primeras semanas, me volvía loca por querer que la panza creciera, por verlo, por sentirlo, por conocerlo..

Después de un tiempo, pensé en que cada día de mi embarazo sería único, y por ende no se repetiría jamás, además de ello, el hecho de que una vez naciendo, la soledad de él y yo, de mi panza y yo, de mis síntomas y yo, ya no serían solo míos, eso se terminaría..

Me siento dichosa, agradecida, y contenta, por el hecho de que no solo yo esperaba a mi bebé, los abuelos por ambas partes, tíos, primos y demás, también lo esperaban con mucha ansia. Pero una vez naciendo, él no sería solo mio, sería del mundo, me tendría que comer comentarios, me tendría que aguantar a que más de uno lo cargara, a que más de uno lo besara, a que más de uno lo viera; se lo egoísta que esto suena, quizás lo estoy expresando mal, sé que los hijos son prestados, y sé que es muy bueno para mi bebé que reciba tanto amor, es solo que esa cercanía, ese vivir solos, ese ir juntos hasta el baño, ya no se repetirá jamás, porque el simplemente ya no esta dentro mio..

Suena rudo, lo sé, son cosas que simplemente forman parte del hecho de saber, que después de 9 meses, simplemente ya no estoy embarazada, y quizás, quizás no me fueron suficientes, y me falto un poquito más..

Los cambios de la vida

Mi bebé nació el 5 de Junio de 2016, una parte de mi ser, se siente completamente pasmada, es una cosa increíble, lo veo, lo huelo, lo siento, y es increíble. Soy feliz, soy afortunada, soy una persona bendecida....

Debo reconocer que me asusta, el tema me tiene apanicada, hay momentos en que deseo fervientemente que mi vida vuelva a lo de antes, a esos momentos en que Jorge y yo charlabamos y hacíamos planes, en los que no había un "no podemos por..", y no porque sea malo, o no porque de pronto necesitemos de ello, o al menos no de mi parte, sino porque de alguna manera las cosas ya no son iguales.. Yo sabía que no habría nada igual y ese antes y después, no sería tan fácil, pero aún así, aunque lo sabía, postergue demasiado el momento para pensar en ello, a tal grado que el tiempo se me fue. Un día simplemente, me vi en un quirofano, a expensas de un médico, esperando a que me "sacaran a mi bebé".. Un día simplemente me vi levantandome a las 4 de la mañana, sacando mi pecho para dar de comer a mi bebé, y sé que eso no dejará de ser, que quizás, si, lo deseaba, pero postergué demasiado el momento de verlo, de pensarlo, de sentirlo, que ahora, ahora simplemente no me queda más que "hacerlo", sin chistar...

Hoy soy una mujer, que ha dado a luz a un hijo, ama de casa, esposa, hija, aún no se si podré ser profesional, y una persona con una lista incansable de cosas que quizás... se convierta solo en sueños.. Otras cosas que quizás se conviertan en realidad.. Y una lista enorme de cosas en el corazón que esperan ser cumplidas...

38 semanas...

Empece a escribir este blog, cuando apenas tenía 23 años, por ahí del 2006...

Empece relatando mis locuras del trabajo, mis traumas existenciales, lo que me dolía, y lo que no entendía de mi alrededor.

El tiempo ha pasado, he dejado de escribir a ratos, por tiempo, quizás por miedo, quizás porque hay ocasiones en que no deseo ser tan transparente, hay días en que pienso en que hay cosas que debo dejar para mi sola, y es cuando simplemente me las como.. Después pienso, que al final la vida es para vivirla y para decir lo que pica o lo que molesta, y si al otro no le gusta, bueno... Al cabo de un tiempo no importa para nada..

Tengo 38 semanas de embarazo, hoy tengo 32 años, y estoy a un pelo de parir, tengo un signo de interrogación en la cabeza, no se bien que es lo que me depara, ni que es lo que pasará, no tengo idea de que será, ni de como dolerá, no tengo idea de lo que se me viene, por primera vez en mi vida me siento con la duda encima, no tengo planes, no se lo que pasará mañana, tengo una perspectiva, pero la realidad es que de pronto solo habrá un antes y un después, habrá una versión anterior a mi misma, y habrá una posterior...

Me muero de miedo, y me mata la incertidumbre..

Las decisiones que pesan

El día jueves 28 de Abril de 2016, tomé la decisión que me ha resultado la más dura de mi vida... Me separé de mi esposo...

Sigo preguntándome si fue la mejor, mi corazón esta partido en dos, me pregunto, ¿Sí es lo correcto, porque me duele tanto?.. ¿Es que de verdad lo quería? ¿Es que de verdad pude soportar más?

Llevo en mi vientre el fruto del amor que le tengo, ¿Qué le tuve?, llevo con orgullo el sentir de pataditas en mi vientre, llevo a cuestas el dolor de la derrota al saber que simplemente yo no soy capaz de estar con nadie más, llevo en la piel, el sentimiento de saber que no hago bien las cosas, que soy demasiado soberbia, demasiado orgullosa... No me canso de repetirme que fue la mejor decisión, que mi bebé no merece una vida así..

Pero, lo extraño como una loca, me carcomen los nervios, me derrota la tristeza y las lagrimas brotan sin que las espere, casi todo me hace sentir patética, me siento extraña por la vida, es como si una parte de mi se hubiera desprendido y se hubiera llevado parte de mi y de lo que soy.

Estoy esperando una respuesta que se que no va a llegar, estoy parada añorando que vuelva, aunque se y estoy segura de que no lo hará, sé que su orgullo es más grande que el mio, y que el miedo que siente lo ciega. En toda situación hay dos partes, y siempre estaremos ensimismados en pensar que tenemos la razón, y pocas veces seremos capaces de admitir que nos equivocamos, quizás dejemos ir al verdadero amor, por esa razón.

Le daré tiempo al tiempo, abrazaré fuerte mis entrañas, y poco a poco se que lo olvidaré... Porque al final, la que tomo la decisión de irse fui yo..