septiembre 17, 2010

Conversaciones

Ayer que volvía.. a casa... 7 horas de viaje, me dejaron con las nachas planas por cierto xDDD

El caso es que por casualidad me encontré a un conocido de la Universidad, ciertamente para mi fue un alivio porque ni viajaría sola del DF a Puebla, ni tampoco me daría panico ver quien me miraba feo en el autobus.. para el fue todo lo contrario estaba más cansado y estresado pero al final aguanto como todo un caballero..

Llego un punto en el que el cansancio y el aburrimiento de apodero del camino, yo solo miraba y veía árboles, el solo se retorcia en el asiento..

Empezamos a hablar de todo y nada a la vez.. entonces caí en el "¿De que diablos estamos hablando?".. Últimamente me ha pegado la otra cara de lo que hace tiempo había deducido, es fácil hablar con la gente, simplemente hay que saber como.. los días con Alana en Queretaro y Guanajuato, pasaron bastante tranquilos, a decir verdad, fue bastante sencillo.. El caso es que me di cuenta de que cuando realmente tienes intención de hablar lo hablas o lo dices..  Cuando por algo quieres "guardar" lo que piensas, las ideas se van, cuando no puedes "hablar" de determinado asunto, simplemente no piensas en ninguna otra cosa que pueda atravesarse para comentar..

Cuando iba a la universidad, recuerdo un amigo me decía que era la típica niña popular por el hecho de que más de uno me hablaba y con media facultad me llevaba, un día decidí que eso me liaba porque sentía que era "doble cara", después me di cuenta de que no.. la conversación es una forma demasiado rica para expresar ideas y al mismo tiempo para conocerse, para intercambiar conocimiento.. para saber con quien diablos estas hablando..

Ahí es cuando caes en cuenta de que lo que dice la otra persona, tiene sentido o no tiene, sabe expresarse o no, cuando las riendas de la conversación las llevas o las lleva la otra persona.. cuando hablas contigo mismo o cuando hablas con tus mascotas.. (se han dado cuenta que si hablas alegre brincan, y si hablas triste se quedan como pensando y solo te miran.. ) y la última y la que pocos admiten.. hablar con Dios..

Las conversaciones con quienes llevas más tiempo, algunas son más por el hecho de que tu decidiste darles confianza y contarles tus cosas, algunas son más simples.. algunas te sobrepasan.. pero llega a un punto en que hablar de tonterías, de banalidades de temas ajenos.. es lo que complementa las conversaciones y saltas de un tema a otro sin saber porque demonios..

A mi me gusta hablar, parezco perico, cuando la ocasión lo amerita, y el tema me da para pensar, incluso si se de que diablos estoy hablando.. pero me di cuenta que.. es simplemente abrirte y darte la oportunidad..

Con mis amigos.. especialmente con Ary.. es genial.. hablo con ella de cada tontería, y aún así, tenemos miles de temas pendientes..

PD. Les debo la historia del viaje a Queretaro y Guanajuato..

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