Alice in the Wonderland

Hoy fui al cine, inesperadamente con quien no me imagine, pero bueno eso es irrelevante, el caso es que fui.

La película, claro! Alice in the Wonderland...

A veces me pregunto con que ojos veo yo las películas, es decir analizo por completo las imágenes, las animaciones, me encantan los colores, y sobra decir que la lección que deja al final, no puedo dejar de masticarla.

¿Cuándo podemos decir que dejamos de ser niños y pasamos a ser adultos? Últimamente la idea me anduvo rondando por la cabeza, pero vaya! siempre hay algo que se amolda o yo lo amoldo no lo se. El cine es una de mis pasiones, y sobra decir que de mis aficiones, en menor o mayor grado claro esta en comparación con otros.

En fin, continuando con la pregunta, ¿En que momento? es decir, cuando podemos decir que somos adultos, una señal es cuando las decisiones que tomamos, los demás las respetan y en claro esta contiene las consecuencias o beneficios, pero para nadie más en general que no seas tú. También en cuanto a los temas, antes llorabas porque fulanito te ignoraba, ahora resulta que pagar la tarjeta de crédito te quita el sueño.

El caso es que Alicia creció, un día no supo como olvidó que esa tierra existía, si era o no un sueño, si fue o no producto de la imaginación de ella, o si era real, siempre se quedo con la duda. Esta película en manos de Tim Burton es una secuela de la primera, toma la escencia de lo que fue y nos transporta a su mundo loco.

Al final, sea por la presión de todos, sea porque sabe que había estado ahí antes, o sea porque de verdad lo deseaba, lucha contra el Jabberwocky; lo vence y entiende por fin lo que tiene que hacer, y las decisiones que debe tomar, si en un principio el motivo de que no creyeran que era la Alicia que había entrado ahí la primera vez, era precisamente que había pasado mucho tiempo quizás y había olvidado todo, o había crecido, ¿Cuando sale de ahí, es más adulta? Comprende las cosas, un paso entre lo que se dice que proyectamos y lo que realmente somos y lo dictado por nuestras decisiones, y las consecuencias de ello.

Alicia regresa, y pone en marcha algo, "No te preocupes Madre, ya encontraré algo útil a lo que dedicarme"...